Integración sensorial

Terapias

¿QUÉ ES LA INTEGRACIÓN SENSORIAL?

La integración sensorial es la capacidad del Sistema Nervioso Central (S.N.C.) para organizar e interpretar las informaciones captadas por los diversos sistemas sensoriales (visual, auditivo, gustativo, olfativo, táctil, propioceptivo y vestibular) y poder responder así de forma adecuada al ambiente que nos rodea.
Se trata, por tanto, de un proceso neurológico que organiza la información sensorial que recibimos de nosotros mismos y del entorno para emitir respuestas adecuadas en los diferentes contextos.

¿Qué es una Disfunción de Integración Sensorial?

Para la mayoría de los niños, la Integración Sensorial se desarrolla de forma natural a lo largo de su infancia, a través del sinfín de actividades y estimulaciones que reciben. Sin embargo, para algunos niños, este proceso de Integración Sensorial no se desarrolla de forma tan eficiente como debería. Este tipo de trastorno se denomina: Disfunción de Integración Sensorial (DIS) o Desorden en el Procesamiento Sensorial (DPS) y se debe a un mal funcionamiento del S.N.C que no consigue organizar los impulsos sensoriales para poder darle al individuo una información adecuada y precisa sobre él mismo y su ambiente.
Cuando esto sucede, pueden hacerse evidentes distintos problemas: de aprendizaje, de comportamiento, o de desarrollo.

un déficit de integración sensorial significa: dificultades, mucho esfuerzo y menos éxito en la vida.

¿Qué es la Intervención en Integración Sensorial?

El tratamiento en Integración Sensorial, es un tipo de abordaje de la Terapia Ocupacional que se dirige al desarrollo de las habilidades funcionales del niño desde un punto de vista sensorial y se basa en la relación existente entre el procesamiento sensorial y el aprendizaje.
El objetivo general de la intervención a través de la Integración Sensorial será el de ayudar al niño a construir un sistema de procesamiento sensorial adecuado, funcional a sus necesidades ambientales, que pueda utilizar con total autonomía, disfrutando al sentirse competente en su medio.

  1. Proveer al niño de información sensorial que le ayude a organizar su sistema nervioso central.
  2. Asistir al niño a inhibir o modular la información sensorial
  3. Ayudar al niño a procesar una respuesta al estímulo sensorial más organizada.

¿Por qué es importante la Intervención en Integración Sensorial?

El funcionamiento del sistema sensorial y su integración es la base sobre la que el niño creará nuevas habilidades en todas las áreas de su desarrollo, por tanto, cuando el S.N.C. no procesa de forma adecuada la información sensorial puede provocar: problemas de aprendizaje escolar, problemas de atención, hiperactividad, problemas de coordinación motriz, retraso en el lenguaje, alteraciones conductuales, problemas de precisión motriz y de manipulación manual, problemas relacionados con la alimentación y /o alteraciones emocionales.
Frecuentemente estas dificultades son tratadas como problemas aislados, sin reconocer que la causa se origina en fallos en el procesamiento sensorial; y como está fuera del control voluntario del niño afectado, el sistema de castigos y recompensas no funciona y acaba produciendo frustración, pérdida de autoestima, aislamiento social y en demasiadas ocasiones, fracaso escolar.
Por ello, es muy importante identificar precozmente si las conductas que está presentando el niño tienen como base un problema de integración sensorial, y así darle el tratamiento terapéutico apropiado, a fin de superar estos problemas.

¿Qué ofrecemos?

En nuestro centro contamos con Terapeutas Ocupacionales formadas en Integración Sensorial y que pueden satisfacer las necesidades de los niños con disfunción sensorial y sus familias. También intervenimos en el entorno escolar.
Contamos con una sala amplia con materiales específicos usados para esta terapia: equipos suspendidos, cojines gigantes y colchonetas, pared de escalada, piscina de bolas, pelotas, texturas…(no confundir con salas de estimulación multisensorial, cuyos objetivos y tratamientos son distintos)
Utilizando el abordaje de la I.S., nuestras terapeutas a través de la evaluación, analizarán el procesamiento vestibular, propioceptivo, y de las sensaciones táctiles del niño en relación a su habilidad para aprender y moverse, aspectos esenciales en la vida diaria del niño.

Una vez identificadas las dificultades de procesamiento sensorial, la terapeuta responsable establecerá un plan de tratamiento efectivo en el que guíe y facilite la entrada de estas experiencias sensoriales con el fin de provocar la aparición de una respuesta adaptativa, ayudando así al niñ@ en su aprendizaje motor y conceptual de manera global. La actividad demandada se irá graduando para conseguir respuestas cada vez más maduras y organizadas.
Se realiza en sesiones individuales en las que, a través del juego, se utiliza la motivación intrínseca del niño para conseguir respuestas adecuadas del procesamiento sensorial.
Cuando el tratamiento de integración sensorial es exitoso, el niño es capaz de procesar información sensorial compleja en una forma más efectiva. La mejoría puede observarse en una respuesta motora más coordinada y eficiente y una adecuada respuesta a experiencias sensoriales que antes provocaban una reacción inadecuada, un mejor ajuste emocional, mejora de destrezas de interacción social, o mayor autoestima. Algunos niños demostrarán adelantos en el desarrollo del lenguaje, mientras otros mejorarán significativamente en las tareas escolares, ya que su sistema nervioso comienza a funcionar más eficientemente.

¿Quién puede beneficiarse del tratamiento de Integración Sensorial?

Este trastorno puede cursar de forma aislada o como parte de otros: Trastorno del espectro autista, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno de coordinación motora del desarrollo, trastornos de ansiedad en la niñez…
Según la AEIS (Asociación Española de Integración Sensorial), existen ciertos indicadores, que pueden señalar si está presente dicha disfunción:

  • Hipersensibilidad al tacto, movimiento, luces o sonidos. Manifestada en comportamientos tales como irritabilidad o retirada cuando se le toca, evitar ciertas texturas de ropas o de comidas, distracción o reacciones de miedo al movimiento en actividades ordinarias, como las actividades típicas de los juegos en los recreos.
  • Hipo reactividad a la estimulación sensorial. Un niño hipo reactivo puede buscar experiencias sensoriales intensas, por ejemplo dar vueltas sobre sí mismo o chocar adrede con los objetos.
    Algunos niños fluctúan entre los dos extremos hiper o hipo reactivos.
  • Nivel de actividad inusualmente alto o bajo. El niño puede estar en movimiento constantemente o, puede ser lento en activarse y fatigarse fácilmente. De nuevo, algunos niños pueden fluctuar de un extremo a otro.
  • Problemas de coordinación, que se pueden ver en actividades motoras gruesas o finas. Algunos niños pueden tener un equilibrio pobre, mientras que otros tienen gran dificultad en aprender a realizar nuevas tareas que requieren coordinación motora.
  • Retraso en el habla, lenguaje, habilidades motoras o rendimientos académicos. Estos signos pueden ser evidentes, ya en preescolar como signos de una integración sensorial deficitaria. En la edad escolar, puede haber problemas en algunas áreas académicas a pesar de una inteligencia normal.
  • Pobre organización del comportamiento. Los niños pueden ser impulsivos o de fácil distracción y mostrar falta de planeamiento al abordar las tareas. Algunos niños tienen dificultad al ajustarse a una nueva situación. Otros pueden reaccionar con frustración, agresión o huir o rechazar cuando se dan cuenta de que fracasan.
  • Pobre autoestima. A veces, un niño que experimenta los problemas que acabamos de mencionar, no se siente bastante bien. Un niño listo con estos problemas puede saber que algunas tareas son más difíciles para él que para otros niños, pero puede no saber por qué esto es así. Este niño puede parecer perezoso, aburrido o desmotivado. Algunos niños pronto encuentran maneras de evitar esas tareas que son duras o embarazosas. Cuando esto ocurre se suele considerar al niño como problemático o testarudo. Cuando un problema es difícil o incomprensible, padres e hijos pueden sentirse, ambos, culpables. La tensión familiar, el pobre concepto de sí mismo, y en general el sentimiento de desesperanza prevalece.
    Normalmente, un niño con desorden en integración sensorial presentará más de uno de estos signos.